sábado, 13 de diciembre de 2014

12 diciembre 2014 vozpopuli.com (opinión)

12 diciembre 2014



La fundación de Pablo Iglesias tachó a la AVT de "fascista" ante Chávez







CEPS, dirigida por los hoy líderes de Podemos, explicó en 2011 al Gobierno venezolano que la asociación mayoritaria española de víctimas del terrorismo era un mero brazo politico del PP que instrumentalizaba políticamente el dolor de afectados por la "lucha armada".

El pasado viernes, Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, lanzaba con indignación una solemne proclama en TVE: "Que nadie juegue con el dolor de las víctimas [de ETA]. Nada de enhorabuena". El líder de la formación radical replicaba así al planteamiento del entrevistador,Sergio Martín, que le supuso deenhorabuena en una semana en la que se había producido la excarcelación de varios etarras, hecho que, afirmó el periodista, el secretario general de Podemos había defendido en el pasado. Sin embargo, los informes que recibió el Gobierno venezolano de CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales), fundación dirigida en los últimos años por Iglesias y otros líderes de Podemos, mostraban nulo respeto por las asociaciones de víctimas del terrorismo etarra -"lucha armada" para tales asesores- y denunciaban el uso político de su dolor.

CEPS no dudó en tildar en 2011 a la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) de "potente organización social pseudofascista que responde a los intereses del PP". A juicio de la fundación vivero de Podemos, la AVT fue "creada y auspiciada por esta organización política (PP)" y "se ha convertido en una fuente de presión fáctica y mediática en la agenda política española, aprovechando la especial sensibilidad que la cuestión de la lucha armada en Euskadi genera en la población del resto del Estado".
Tan grave descalificación de la mayor asociación española de víctimas del terrorismo -emitida por una fundación que por atribuirse una finalidad social minimiza el pago de impuestos- intentaba neutralizar un flanco abierto del Gobierno venezolano. "Los medios opositores continúan con la cobertura sensacionalista de las muertes violentas (sin distinguir entre decesos por accidentes viales y aquellos por agresiones por arma), para, a continuación, tratar de relacionar un supuesto repunte de la violencia en el mes de agosto con las actuaciones realizadas por el ministerio asumido por Iris Varela (ministra de Servicios Penitenciarios venezolana)".

Los asesores de CEPS proseguían con su desarrollo del peligro en ciernes para el régimen chavista: "La oposición, carente de elementos unitarios que conecten con el pueblo venezolano, busca en la empatía con las víctimas su baluarte simbólico para tratar de reconstruir su imagen de defensores de la patria. Efectivamente, el 13 de septiembre anunciaban una suerte de programación para los días 26, 27, y 28 de este mes (septiembre de 2011), que incluye colocar banderas en los balcones, generar nuevas simbologías: un lazo blanco como elemento cohesionador unitario, interclasista e interpartidista, así como la presentación de un anteproyecto de ley de indemnización a las víctimas". 

Apropiación de la simbología patria

Tal clima político venezolano llevó a los bien retribuidos asesores de Chávez -CEPS facturó al régimen bolivariano más de 3,7 millones de euros entre 2003 y 2012- a encontrar similitudes con el escenario español. "Toda esta puesta en escena recuerda demasiado la instrumentalización de las víctimas del terrorismo efectuada por el Partido Popular en el estado español, por lo que no sería nada descartable un posible asesoramiento en este sentido".

Y ya metidos en harina, los asesores de CEPS, sin aportarle a Chávez prueba alguna, prosiguen con su teoría conspiratoria contra la AVT como elemento movilizador de la oposición venezolana: "Siguiendo con las similitudes, entre las tácticas de la AVT encontramos el apropiamiento de la simbología patria, la generación de nuevos símbolos (lazo azul, color de imagen del Partido Popular) y la aprobación de una ley de solidaridad con las víctimas al terrorismo".

Este diagnóstico se producía en septiembre de 2011 cuando el cliente de CEPS, el Gobierno de Hugo Chávez, veía venirse encima una dura campaña electoral. Ahí entraban en juego los asesores españoles de CEPS sin ánimo de lucro. Y se aprestaron a señalar los enemigos internos y externos de Chávez con resonancias de discurso franquista de la Plaza de Oriente. "Ayer el CNE (Consejo Nacional Electoral) anunció la fecha de celebración de las elecciones presidenciales. La oposición, siguiendo su estrategia, recrudecerá su calendario de ataques al Proceso (bolivariano), apoyándose como es habitual en aquellos que le reportan "réditos" no sólo al interior del país, sino también al exterior".

La fundación vivero de Podemos ampliaba su análisis con igual tono descalificador de los rivales políticos de Chávez. Buscaba satisfacer al cliente: "Junto al intento de descrédito del Estado aparece una oposición (sobre la cual no se mencionan las responsabilidades en la materia) "salvadora" y "humanista". Efectivamente, el discurso de la vida "como objetivo de consenso" y el llamamiento a una suerte de Pacto de Estado, se enarbola como la gran apuesta conciliadora y salvífica de la oposición".

Tan grueso análisis de los asesores de CEPS, paradójicamente una fundación plagada de profesores de Política curtidos en mil seminarios, venía a sumarse al realizado sobre los huelguistas de hambre venezolanos. La conclusión de ambos diagnósticos no podía ser más simple: todo opositor de Chávez que realice una huelga de hambre es un farsante o un loco (hay que infiltrar policías y médicos para evidenciarlos) y si clama contra las muertes violentas sin duda es un remedo de la AVT y un instrumento del PP. CEPS nunca le llevó la contraria al cliente en sus informes. Al contrario, la letanía era otra: Chávez, no te mereces esta oposición y carece de razón en todas sus acusaciones. 

Este diario reiteró este miércoles a Podemos, sin éxito, la solicitud de una versión sobre tales informes de CEPS de algunos de sus lideres que dirigieron dicha fundación (Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, entre otros) o colaboraron con ella (Juan Carlos Monedero).

Opinión:

En cuanto a esta noticia, hay algo que no puede obviarse. Como delegado en Cataluña de la antigua AVT desde 1990 hasta 2002, podría explicar muchas situaciones en las que se respetó la evidente pluralidad ideológica consecuente al gran número de víctimas del terrorismo y, por lógica, las dispares ideologías existentes en el mundo de víctimas del terrorismo.
Reconocido esto, tampoco puedo obviar que fui expulsado de la nueva AVT en 2002 precisamente por explicar públicamente que sospechaba que se estaba infiltrando una ideología partidista concreta en el seno de la nueva asociación.  Repito: una ideología partidista concreta. Y lo sigo pensando.
Las manifestaciones a mediados de la década de 2000 que, supuestamente, eran “contra ETA” terminaban siendo manifestaciones con marcado contenido partidista, con proclamas y gritos políticos. Incluso algunos de los miembros de la AVT reconocieron públicamente esa situación aparte de representantes políticos.
La entrada en este blog fechada a 28 julio 2014 en la que publico una carta firmada por Juan Hernández Quintero es una muestra.
Dicho lo cual, siempre he tenido, tengo y tendré un enorme respeto por la AVT, porque la AVT no son sus dirigentes, sino las víctimas que la componen. Otro tema son los que, sin ser víctimas del terrorismo, se han querido aprovechar (y algunos lo han conseguido), del dolor ajeno.
Pero eso ya es otro tema.

También quiero responder a la creación del lazo azul, el cual fue una iniciativa de la antigua AVT a raíz del secuestro del empresario Julio Iglesias Zamora en 1993 y empezó a ser visionado tras el atentado en el Port Olimpic de Barcelona en agosto de ese mismo año. No recuerdo con exactitud el color, pero me inclino a pensar que en aquellos lejanos años el Partido Popular marcaba sus siglas en color rojo. Independientemente de esa cuestión, al ser consultado para la propuesta del “lazo azul” no recuerdo haber pensado en ningún momento que pudiera tener relación con el logo del PP. La propia identificación como “delegado de la AVT” mostraba muy claramente que no existía ningún propósito de identificación con idea partidista alguna.

Sí coincido en un tema con la información presentada, entre otras cosas porque mucha gente me lo ha comentado también: la apropiación de los símbolos “patrios”. Me decía, no hace mucho, un militante socialista que había llegado a la conclusión de que si alguien llevaba la banderita española en el reloj o en una carpeta, era tildado inmediatamente de (con todos los respetos, que nadie se moleste) “pepero”. Y conozco a mucha gente que no está de acuerdo con esa “relación ideológica”.


Para terminar, lo de “potente organización social pseudofascista que responde a los intereses del PP” lo considero muy exagerado y una muestra de desconocimiento del mundo real y social del colectivo, porque las pruebas demuestran que hay muchísimas víctimas del terrorismo que son miembros de la AVT y que no son ni fascistas ni “pseudonada”. Aunque desgraciadamente no se puede negar que ciertos símbolos observados en las manifestaciones convocadas por la AVT en los últimos diez años pueden dar pie a esa interpretación. De hecho, en 2007 68 víctimas residentes en Cataluña decidieron solicitar la baja en la AVT. No se la aceptaron.

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