lunes, 7 de marzo de 2016

07 marzo 2016 La Razón (opinión)

07 marzo 2016



Otegi y Currin presionan a ETA para escenificar un desarme
La izquierda abertzale quiere implicar a los verificadores antes de las elecciones vascas como parte de la estrategia a favor de Sortu


Arnaldo Otegi pretende utilizar a favor de la estrategia electoral de Sortu un posible «desarme» de ETA, aunque se trate más de un acto propagandístico que real, y cuenta para ello con el concurso del Grupo Internacional de Contacto (GIC), que encabeza el «conflictólogo» surafricano Brian Currin, y la Comisión Internacional de Verificación (CIV), cuya figura más conocida es el srilanqués Ram Manikkalingam. Se trata de dos entidades creadas con el mismo fin para que ETA pueda completar los fines que se propuso al anunciar, en 2011, en su supuesto fin de actividades terroristas, pero sin entregar las armas ni explosivos, ni pedir perdón a las víctimas y lograr la expulsión de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos del País Vasco y Navarra. El que no hiciera referencia a los presos y el desarme en el acto del sábado en Anoeta se debió a que pretende llevar los asuntos sociales y la independencia a primer plano, porque el objetivo principal son los votos perdidos. Sin embargo, tendrán su importancia en las elecciones vascas del segundo semestre del año, por el «éxito» que se puede capitalizar.

La gran duda que existe entre los expertos es quién se va a rodear Otegi, además de los «conflictólogos» antes citados, para llevar a cabo esta empresa y en general la regeneración de Sortu, si aceptará a los actuales dirigentes del partido, algunos de los cuales, como su presidente, Hasier Arraiz, han demostrado un muy escaso bagaje político, o echará mano de los viejos «rockeros» batasunos. De momento, en el documento programático de Sortu, en el que se define el «proceso Abian», Otegi y los suyos se cuidan mucho de decirle a ETA lo que tiene que hacer sobre la «destrucción de armas y desmantelamiento de arsenales»: «Son evidentes el protagonismo y la capacidad de decisión que tiene ETA en esta materia, pero también es cierto que la implicación de los agentes –tanto de Euskal Herria como de fuera– favorables a la resolución se hace completamente necesaria». «Las iniciativas de ETA –dice en otro momento– han sido un elemento fundamental para el cambio de ciclo. La organización ha cumplido todos los compromisos adquiridos para poner en marcha el proceso de resolución y profundizar en él, yendo en ocasiones incluso más allá de lo que se le exigía». En una palabra, que son los terroristas los que llevan la batuta.

Por si acaso, asumen el planteamiento de ETA de expulsión de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos. En cualquier caso, subraya el documento, si hay desarme tiene que ser a cambio de una contraprestación: la retirada de las «fuerzas de ocupación». «En la nueva fase política, habría que poner más empeño en la lucha ideológica, ya que la militarización extrema que sufre Euskal Herria no tiene ninguna justificación, como no sea demostrar la superioridad de España y Francia. En esa línea se puede impulsar la iniciativa del movimiento popular, como ya se hace en algunas localidades. En el ámbito institucional también surgen nuevas oportunidades, especialmente si se abre el debate sobre el autogobierno de las instituciones y si el cambio de gobierno en Nafarroa (Navarra) se consolida». En todo caso, el principal problema con el que se enfrentan Otegi y los suyos para consolidar su liderazgo y afianzar su partido es el de los presos. Aunque nada más salir de la cárcel, el secretario general de Sortu reclamara la amnistía, es el de los reclusos de ETA. El plan que han diseñado a nivel interno, al que los presos etarras ya han manifestado su oposición, se puede convertir en el auténtico talón de Aquiles del dirigente abertzale. El mensaje de Sortu, con las alambicadas palabras de siempre, sobre la amnistía es claro: que se olviden para siempre de este asunto, que se sumen a la legalidad penitenciaria.

En el documento, Sortu trata de aparentar que la amnistía sigue siendo una de sus prioridades. Lo hace porque, según reconoce, ha sufrido un «intento de escisión desfigurando el debate político sobre la amnistía». Se inserta un «excusatio non petita...», cuando dice que «tenemos que integrar la resolución de las consecuencias del conflicto dentro de la estrategia independentista. Esa adecuación no significa, de ninguna manera, que la vuelta a casa de los presos y refugiados deje de ser un objetivo de primer nivel para la izquierda abertzale, y seguiremos luchando para que estén entre nosotras y nosotros cuanto antes, pero, eso sí, dentro de una estrategia política independentista que debe ser eficaz y fructífera». Para ello, exigen al «Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos» que se «resitúe» en esa línea. Admiten «la imposibilidad de abrir las puertas de las cárceles como resultado de un acuerdo político», por lo que llegan a la conclusión de que «en el caso de las presas y presos, el proceso de vuelta a casa se realizará por medio de cauces legales y con una aplicación individualizada, para lo cual será necesario poner en marcha un plan de excarcelación condicional anticipada».

Opinión:

Si hace cinco años nos hubieran dicho que estaríamos donde estamos ahora no nos lo hubiéramos creído. Es difícil pensar que una banda terrorista que ha practicado el terrorismo durante cincuenta años pueda desmantelarse en unos pocos meses. Ojalá fuera así pero los deseos no siempre se transforman en realidades y está muy claro que incluso en el interior de la banda existen diferentes posicionamientos. Por ello hay que fomentar la opción del “no a mas terrorismo” que algunas víctimas tenemos como máximo propósito.
Para mí, personalmente, todo lo que sean acciones que confirmen que ETA ya no atentará más y por lo tanto nadie más sufrirá lo que tantos ya hemos sufrido, es una buena noticia. Puede que no lo estén haciendo con la rapidez que sería deseable pero como decimos en Catalunya “qui dia pasa any empeny”. Cada día que pasa es un día más sin más sufrimiento y un día menos en la historia de esa banda terrorista.
Lo que sí estoy intuyendo desde hace tiempo, es que hay gente que no desea que esto acabe bien. A algun@s se les acabaría el escaso protagonismo egocéntrico que creen disfrutar. A otr@s se les descubrirían las mentiras con las que llevan viviendo y conviviendo hace mucho tiempo. Siempre ge pensado que a su conciencia irá.
Yo tengo la mía muy tranquila.


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